El punto que nos ocupa finiquita definitivamente el derecho a una pesca que tiene una muy positiva influencia para colectivos con menos alternativas para su tiempo de ocio: personas con menores recursos , jubilados , jóvenes, niños, etc.. . A nadie se escapa que para pescar a partir de ahora siempre habrá que pagar en cotos, “chico, esto se ha puesto como la caza”.
Como una representación más del desunido colectivo de pescadores que han vivido la pesca desde un ámbito mas cercano a los pueblos de zonas de montaña, hay que dejar las cosas claras antes de ser vencidos (que no convencidos). Y es que somos muchos todavía los que aprendimos a pescar, incluso como actividad económica en su origen y luego deportiva como para olvidarnos ahora de donde venimos y a donde queremos llegar. No podemos, ni debemos tragar con mentiras ni cuentos, porque, no es sano acatar injusticia sin esgrimir justas razones que nos legitiman como los que más a ser oídos, comprendidos y además apoyados porque resulta que tenemos razón.
Son muchos los que no pueden entender cómo la captura y devolución de truchas al río puede sustituir (en todos los tramos de acceso libre regulado) a la pesca, que es y será siempre cobro de la pieza capturada. Los principios de racionalidad más básicos de aquellos que hemos practicado la pesca en un entorno genuino rural están muy por encima moralmente de las medias verdades o medias patrañas de una minoría auto-erigida defensora de la naturaleza, que lo que quiere es imponer a todos, sean pescadores, cazadores o recolectores de productos naturales sus omnipotentes voluntades. También somos muchos los que reconocemos como positiva la captura y suelta, pero delimitada en sus objetivos, practicada en los tramos adecuados, como los de mayor valor ecológico, científico o biológico, o como aquellos que pudieran tener una baja productividad ictio-gena o sufrir sobrepesca. La imposición de la captura y suelta en todos los tramos de libre acceso con Licencia de Pesca en un territorio tan variado y extenso como Castilla y como León es una medida inaceptable porque provocará daños irreversibles a los activos económicos, sociales y medioambientales de las áreas rurales de montaña donde hasta hoy se practicaba la pesca tradicional.
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